Los vecinos de Talamanca andan inquietos porque el Ayuntamiento de Eivissa y la Demarcación de Costas se han puesto a jugar al tenis con la renovación de la concesión de hamacas de esta temporada. Afirman que la demora, que como mínimo va a prolongarse durante un mes, provoca una merma en los servicios que ofrece la playa y un perjuicio para los primeros turistas que acudan a ella.
Hay que darle la razón a la Asociación de Vecinos. Resulta insólito que el Consistorio, a estas alturas, haya sido incapaz de solucionar el problema o no haya metido en vereda a Costas para que agilice la burocracia que implica la convocatoria de un nuevo concurso. Mientras tanto, los bañistas tendrán que conformarse con echarse sobre la arena y cargar con su propia sombrilla, o bien encaminarse a otra cala.
La coyuntura, sin embargo, favorece a quienes renegamos de las hamacas, ya sea por el gusto de retozar directamente sobre la arena o por su elevado precio –una cosa es estar una semana de vacaciones y otra pasarse tres meses afrontando semejante estipendio–. Durante unas semanas, Talamanca seguirá siendo una república independiente sin hamacas; un enclave donde plantar la toalla sin contratiempos ni broncas por parte de esos inquilinos de parasoles, capaces de reivindicar derechos inalienables de propiedad sobre la sombra, en cuanto varía la posición del sol y ésta acaba proyectándose en la parcela de otro bañista.
Desconozco si determinados concesionarios son unos abusones y tienen por costumbre incrementar de manera descarada el número de hamacas que autoriza su licencia, o bien los ayuntamientos experimentan en estos tiempos de crisis un afán recaudatorio tan tremendo que acaban provocando una densidad excesiva de tumbonas. Pero la realidad es que, en los meses de máxima afluencia, no hay quien plante la toalla en un gran número de playas.
Da igual que se trate de una cala pequeña o un arenal inmenso. Las filas de hamacas acaban ocupando un espacio tan extenso que a veces hasta hay que mojarse los pies para atravesar la playa por la orilla. No digamos ya instalarse en primera línea aunque se madrugue. Los habituales de las playas ibicencas tienen razones más que sobradas para sentirse atropellados. Una cosa es que se ofrezca un servicio a quien lo reclama y otra que la única forma de encontrar hueco sea previo pago.
Esta forma de gestionar el litoral constituye un atentado al interés público y a la libertad de residentes y turistas. Y la misma reflexión cabe hacerse con la permisividad de la administración respecto a tantos negocios playeros que, por ejemplo, sirven platos en la orilla sobre mesitas de plástico, pese a que no tienen autorización para ello, o pinchan música obligando a escucharla a todo hijo de vecino. En algunas calas, el volumen es tan constante y regular, que a veces resulta imposible escapar del cansino ‘chillout’, tanto si gusta como si produce sarpullidos.
Hay destinos como Menorca, donde residentes y turistas habituales se vanaglorian de que sus playas se mantienen naturales, sin hamacas, ni chiringuitos, ni parking, aunque para disfrutarlas haya que cargar con una nevera portátil y andar dos kilómetros. Ni tanto ni tan calvo, pero parece claro que en las playas pitiusas deben convivir ambos conceptos. Es tiempo de que nuestra costa vuelva a ser habitable, reduciendo la superficie de hamacas y sometiendo a un control riguroso a quienes hacen de ella su negocio.
Artículo publicado en el diario Última Hora Ibiza
Xescu, enhora buena por el artículo si te dijera las excesivas y abusonas situaciones que se dan en los chiringos, en los hoteles y no en tiempo de crisis sino desde antes.
Una buena solucion es ir con las cesiones de cada ayunatamiento a los chiringos- anuales, .plastificadas- y hoteles y contar las autorizadas con las que hay en el lugar. No falla. yo ya me las he plastificado allá donde voy y no tengo problema. y me dejan el mejor sitio…- plastificarlas es lapalabra clave…
Esta isla de corsarios, es siempre pirata, bella pero pirata. Lo de la sombra y su hipotéca fenomenal.auténtico….
Los vasitos , las mesitas y las «reposapieses » están prohibidos y la primera linea de playa está prohibido. Enrtra en las concesiones de los auyuntamientos en el BOIB, y desde ahí ya me dirás
Chus
Gracias Chus. Estamos totalmente de acuerdo. Es una lástima que así sea, pero hay que ir subrayando las cosas que ocurren, ¿verdad? Un abrazo.
El estado de crisis que vivimos lo estan solucionando los políticos vendiendonos por cuatro duros. Así rellenan las depauperadas arcas . No es que hayan encontrado la fórmula económica acertada, sino que nos han vendido. Esto es una verdad rotunda, y callarla no ayudará a nadie. No están los tiempos para callar, porque si callamos perdemos lo único que nos queda después de la vida, la libertad. Y además el que más rigor tiene, y crítica con sensatez, es el más respetado y a quien más respetan.Porque no se ha comprado, no ha estado en venta ni en gangas, aun menos Ibiza peca un poco de dejarse hacer de todo,con tal de que el turismo lleguare a la isla. En ese descuido han dejado entrar a los menos oportunos, impidiendo ver a largo plazo, que los menos llamativos pero más fiables, éramos los de menos glamour pero que paga religiosamente impuestos y es fiel a la isla y garantiza la beleza y cuida la isla y mantiene con impuestos la isla y para la isla … …
no Xescu, no están los tiempos para ser contemplativos con esta marejada, aumentado a fuerte marejada…Tengo la terrible certeza que se está cuajando un irreversible a medio plazo un desaguisado muy gordo y no es sólo de lo del petróleo…