Mientras observo la sucesión de acontecimientos relacionados con el robo a las Empresas Matutes, me acuerdo del emotivo discurso que Steve Jobs dedicó a los alumnos de la Universidad de Stanford, en 2005. Todo un éxito en Youtube. El entonces presidente de Apple explicó una interesante teoría existencial llamada “conectar los puntos”. En esencia, afirmaba que a lo largo de nuestro camino se producen concatenaciones de sucesos que culminan en cambios trascendentales. Estos puntos sólo pueden conectarse hacia atrás, oteando el pasado. Únicamente queda confiar en que algún día podremos observar el mapa trazado por nuestro destino.
Parece una teoría metafísica, pero lo bueno que tiene es que puede aplicarse con igual efectividad a cuestiones más peregrinas. Constituye una estrategia práctica para reflexionar sobre el misterioso suceso ocurrido en la compañía hotelera y los turbios detalles y ángulos muertos que aún lo envuelven.
Primer punto: El lugar del robo. Al principio, se dijo que se había producido en la agencia de viajes situada en la planta baja de Empresas Matutes. Sin embargo, la sustracción tuvo lugar en una caja de caudales del área noble, unas plantas más arriba. Una confusión sin demasiado sentido que desde el principio sembró extrañeza.
Segundo punto: La cantidad. Las víctimas del suceso, en un primero momento, declararon que los ladrones se habían hecho con un botín de unos 180.000 euros. Pero esta cantidad fue ‘in crescendo’ cada vez que la Policía Nacional recuperaba nuevos fajos. Se subió al millón de euros y de ahí a 2,7. Un millón sigue desaparecido.
Tercer punto: Los implicados. Hasta el momento, se ha detenido a dos policías nacionales que trabajaban o habían trabajado para Empresas Matutes en cuestiones de seguridad. No ha trascendido si se investiga a más policías u otras personas ajenas al cuerpo. Aunque sea de Perogrullo, hay que subrayar que quien investiga si hay más policías envueltos son otros policías.
Cuarto punto: La paliza. Tras quedar en libertad condicional, uno de los dos policías imputados recibió una paliza tremenda en su propia casa. Lo dejaron prácticamente sin dientes y los restantes se le quedaron bailando. Casi desde el primer momento, la Guardia Civil identificó a los dos posibles agresores. Sin embargo, la Policía Nacional, competente en el caso, aún no practicado detenciones. Este periódico incluso publicaba ayer que se investiga la relación de estos matones con el servicio de seguridad del beach club Ushuaïa, propiedad del Grupo Matutes.
Quinto punto: La destitución. Interior ha confirmado el cese del comisario de Eivissa, Julio Suárez Losada. El motivo oficial son dos informes “exhaustivos” y “negativos” en relación con su gestión al frente de la comisaría. El primero, redactado hace un año y el segundo la semana pasada, coincidiendo con la investigación del robo más importante del siglo XXI en Eivissa. En el momento del delito, Suárez estaba de vacaciones y, al parecer, no consideró que este suceso fuera motivo para posponerlas.
Cada semana un nuevo elemento sórdido se incorpora a la causa. Desconozco si al final, como decía Steve Jobs, podremos conectar los puntos y tener una visión completa de este entramado. De ser así, constituirá un gran argumento para una película de intriga. La realidad, otra vez, supera la ficción.
Artículo publicado en el diario Última Hora Ibiza